Conducir tu furgoneta en la nieve: todo lo que debes saber
En muchos países, los conductores pierden toda su sensibilidad cuando las inclemencias del tiempo les azotan. Cuando el tráfico se convierte en un atasco, nos puede parecer que la gente se olvida de cómo conducir. La nieve es lo peor en esos casos, pero, gracias a nuestra guía práctica, conducir tu furgoneta de forma segura en condiciones de nieve o hielo no tiene por qué ser tan terrorífico como algunos conductores creen.
No me hables de viajes necesarios
En la era pospandémica, muchos de nosotros estamos hartos de escuchar las palabras esencial y viajar juntas. Es por eso que aquí las hemos separado. Pero ya que las condiciones de nieve pueden ser traicioneras, vale la pena preguntarte si el viaje es realmente necesario. En caso negativo, ¿por qué no posponerlo hasta que las carreteras estén limpias? Enciende la chimenea, pon algo de música y relájate en la calidez y seguridad de tu hogar. No obstante, si tu viaje a lo salvaje es verdaderamente necesario, hay algunas cosas que debes tener en mente para garantizar tu seguridad.
No conviene dejar a un dragón fuera de tus cálculos si vives cerca de él
Bien, aunque J. R. R. Tolkien habló literalmente de dragones en este fragmento de El Hobbit, su principio de planificación es verdaderamente valioso. Si sabes que estás a punto de conducir tu furgoneta por la nieve, ten en cuenta la nieve como parte de tu viaje. Tómate tu tiempo para ir de A a B de forma tranquila y segura.
Sé consciente de que los accidentes y los retrasos son más probables con mal tiempo, especialmente si acaba de caer una gran cantidad de nieve en la carretera o si aún está nevando y la visibilidad es reducida. Usa un GPS para planear una ruta que se ciña a carreteras principales, ya que muy probablemente tendrán el asfalto más limpio. También te puede ayudar a tener una idea clara de cuánto puede durar el viaje.

Compruébalo ahora, querido amigo
Antes de ponerte al volante de tu furgoneta, hay unas cuantas revisiones básicas que deberías llevar a cabo para tener un viaje seguro.
Comprueba la profundidad del dibujo de los neumáticos, asegúrate de que la presión sea la correcta y revisa los niveles de líquido del parabrisas y el aceite. Asegúrate de que las luces funcionan correctamente, incluyendo las de freno y las de los intermitentes, y tómate tu tiempo para llevar a cabo unos esenciales de invierno, como tener el chaleco reflectante o cadenas en la furgoneta. Sabrás el porqué más adelante.
A limpiar
Puede que suene obvio que tienes que limpiar la nieve y el hielo de la ventana antes de salir, pero hemos visto a personas conducir en un día frío, mirando a través de una pequeña mirilla mientras esperan a que la calefacción haga desaparecer el resto del cristal. No seas uno de ellos.
Abatido en el primer obstáculo
¿Decidido a salir? Pero ¿puedes siquiera mover tu furgoneta? En caso de que haya una buena capa de nieve esponjosa (de esas que normalmente nos encantan), quizá no puedas iniciar la marcha o salir de la calle, con esas montañas y leves pendientes que son el mayor enemigo de los aspirantes a aventureros. O aventureros, vaya…
Alimenta tus sueños
Señor Edmund Hillary, ¡toma esa! Has hecho las comprobaciones. Has preparado un plan. Pero cuando sales a la carretera, una escena muy parecida a la tierra mágica de Narnia te saluda. Puede que se te olviden las cosas básicas fácilmente, como tener el depósito de gasolina lleno.
Las condiciones invernales pueden vaciar el depósito más rápidamente, tenerlo lleno podría ser crucial. ¿Por qué? Imagínate que te quedas atrapado en alguna parte y necesitas quedarte sentado en la furgoneta con la calefacción encendida. Además, un depósito lleno puede proteger ciertas partes de tu furgoneta, como los conductos y la bomba de combustible. De ensueño.

La tracción
No hay dos formas de entenderlo: las furgonetas de tracción trasera no son tan buenas en la nieve como las de tracción delantera o total. No hay mucho que puedas hacer al respecto si la tuya es de tracción trasera, excepto evitar comprarla o alquilarla. Si ya es demasiado tarde para ello, puede que te encuentres con que la conducción con nieve o hielo es más complicada en comparación con otros vehículos. Tenlo en cuenta cuando decidas la importancia de tu viaje.
Las subidas y bajadas
Sea cual sea la tracción de tu vehículo, hay un principio clave a tener en cuenta cuando se conduce con nieve o hielo. Repítelo en tu mente unas cuantas veces: marchas altas, revoluciones bajas; marchas altas, revoluciones bajas; marchas altas, revoluciones bajas. Pon la marcha más alta que puedas para mantener las revoluciones bajas. Marcha alta, revoluciones bajas.
Alerta con la frenada
Las distancias de frenado pueden aumentar notablemente cuando hay nieve o hielo. De hecho, puede tardarse 10 veces más en frenar en una carretera helada que en una seca. Date más tiempo para frenar en las esquinas e intersecciones y mantén la distancia cuando circules detrás de otros vehículos.
El mejor consejo que te podemos dar es que dejes un espacio de unos 20 segundos respecto al coche de adelante, esto te dará el tiempo suficiente para frenar si algo pasa en la carretera.
Controla tu necesidad de velocidad
Teniendo en cuenta todo lo anterior, parece lógico que deberías controlar la velocidad. No hay premios por circular rápido en carreteras públicas y esto es especialmente cierto cuando estas están resbaladizas a causa de la nieve o el hielo. Conduce tranquilamente, de forma suave y con velocidad reducida, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas.
Evita los derrapes
Mantener la música a bajo volumen puede ser una buena manera de escuchar los derrapes potenciales. Escucharás el crujido de la nieve más fácilmente, y si escuchas un silencio inesperado, puede significar que estás pasando por una placa de hielo. Si esto ocurre, quita el pie del pedal y permite que la velocidad de la furgoneta se vaya reduciendo. Apretar el freno de manera brusca hará que derrapes y tendrás más probabilidades de empezar a dar vueltas. Si esto ocurre, conduce en la misma dirección de la vuelta que estés dando tan calmadamente como puedas, para que la furgoneta se pueda redirigir.

Ten en cuenta la carga
Si vas a cargar o a descargar la furgoneta cuando pares, podría tomarte más tiempo. La nieve y el hielo son, obviamente, peligrosos si estás transportando objetos pesados, y a los objetos eléctricos o valiosos no les gustan nada los copos de nieve tanto dentro como fuera de la furgoneta.
Soy un conductor de furgoneta… ¡sácame de aquí!
Aunque te has esforzado al máximo, has planificado sabiamente y has llevado a cabo una conducción cautelosa, una tormenta de nieve inesperada acecha y te quedas atrapado en ella.
Endereza el volante, sal de la furgoneta y limpia la nieve de las ruedas. Ponte el chaleco reflectante, saca las cadenas, que has preparado previamente, y colócalas en las ruedas para un mejor agarre. Si esto no te ayuda a salir, puede que sea el momento de llamar a una grúa.
Para más consejos esenciales sobre conducción segura, lee nuestras guías para conducir en la oscuridad, aparcar la furgoneta y estar a salvo con vientos fuertes.
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