Viaje a París: el lado oculto de la ciudad de las luces

El viajero desprevenido a menudo asocia reflexivamente la capital francesa con algunos símbolos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y los Campos Elíseos. Sin embargo, la capital tiene muchas otras facetas y una amplia gama de actividades originales.

París, la ciudad de paseos románticos y paseos inusuales
Los bateaux-mouches navegan por el Sena desde 1950. Los cruceros en grupo pueden ser entretenidos, pero nunca serán tan románticos como las excursiones a bordo de un bateau-mouche privado. Hay barcos de todo tipo disponibles, lo que te permite mirar a los ojos de tu amado mientras pasas bajo los puentes más prestigiosos de París. En una vena completamente diferente, una visita a las catacumbas, un vasto osario subterráneo, puede proporcionar un escalofrío emocionante durante un viaje a París.
Restaurantes asombrosos en una gran ciudad de la gastronomía mundial
La reputación de la gastronomía francesa está bien establecida. Por lo tanto, no es en los restaurantes de lujo donde debes ir para sorprender a tus papilas gustativas, sino en los establecimientos peculiares que abundan en París. Entre ellos, el Wagon Bleu recrea la atmósfera refinada y exótica de los vagones de comedor en el corazón de la ciudad. O está el adecuadamente llamado «Le Petit Resto Dans La Prairie», que recrea la cálida atmósfera del campo francés entre Montmartre y el Sena. Comer cocina italiana en Bel Canto es otra experiencia culinaria extraordinaria.
Los museos más curiosos de París
Aunque una visita al Louvre parece esencial durante un viaje a París, vale la pena visitar museos menos prestigiosos pero mucho más asombrosos. Deyrolle, una institución que perpetúa la tradición de gabinetes de curiosidades, alberga colecciones eclécticas de animales disecados que incluso se pueden comprar. Otra visita posible durante un viaje a París es el museo del perfume, encajando en una ciudad que durante mucho tiempo ha destilado esencias de todo tipo para el mundo. En cuanto al museo de cartas y manuscritos, presenta al público autógrafos de algunas de las figuras francesas más ilustres, incluido Napoleón.