Guía turística: descubre los pueblos más bonitos de Poitou-Charentes

Guía turística: descubre los pueblos más bonitos de Poitou-Charentes

01.03.2022

3 min. para leer

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En la encrucijada de varios terroirs que le otorgan toda su diversidad, la región de Poitou-Charentes cautiva y sorprende a los visitantes que se detienen allí. Entre el mar y los bosques, el Marais Poitevin e islas exóticas, alberga varios pueblos excepcionales.

Angles-sur-l’Anglin: panoramas impresionantes

Encaramado en lo alto de una roca que domina el Valle de Angles, el pueblo de Angles-sur-l’Anglin es conocido por sus artesanías locales, especialmente sus talleres de bordado. Pero este lugar impregnado de mitología también se destaca por la asombrosa fisonomía de sus paisajes. Dividido en dos partes distintas por el río Angles, la «ciudad alta» y la «ciudad baja» se unen sin llegar a encontrarse. No te pierdas la visita al Roc aux Sorciers. Esta cueva inusual está cubierta con un friso monumental cuyo origen se remonta a la Prehistoria. Excepcionalmente conservado, es una obra de arte que da testimonio de los ritos de uno de los pueblos más antiguos de la historia. Otra gran atracción del pueblo es el castillo de Angles-sur-l’Anglin, un monumento histórico construido a principios del siglo XI.

Ars-en-Ré: joyas de la Île de Ré

Ars-en-Ré se encuentra en la isla más exótica de las islas del Atlántico: la Île de Ré. Punto de partida de senderos para caminatas y rutas en bicicleta en la isla, este antiguo pueblo de pescadores se abre a un vasto puerto de navegación y placer que disfrutarás paseando al atardecer. Si visitas la Île de Ré, dedica unas horas a explorar este colorido y acogedor pueblo. Entre la naturaleza y la cultura, Ars-en-Ré tiene muchas sorpresas guardadas para ti. Sus paisajes contrastantes, alternando marismas saladas y viñedos, te proporcionarán un cambio de escenario incomparable. Descubre su patrimonio histórico visitando la Maison du Sénéchal, una casa original nacida del encuentro de varios estilos arquitectónicos: gótico y neoclásico.

Talmont-sur-Gironde y Mornac-sur-Seudre: los pueblos «flotantes»

Construidos ambos sobre las aguas, Talmont-sur-Gironde y Mornac-sur-Seudre son pueblos de carácter, marcados por la presencia de vestigios históricos de importancia primordial. En Talmont, puedes pasear por las antiguas murallas que ofrecen una vista impresionante del océano. Antes de estar conectado a tierra firme, Talmont era una isla protegida de las invasiones, un estado que le valió el apodo de «ciudad cerrada». Varios de sus monumentos han escapado así a los estragos de la historia, como la Torre Blanca, antiguo observatorio del pueblo. Mornac-sur-Seudre, por otro lado, oscila entre tierra y mar. La recolección de sal es la actividad principal junto con la cría de ostras: no dudes en probar los mariscos y descubrir nuevos sabores. Después de visitar el centro histórico, ponte las botas para dar un paseo inolvidable por las marismas saladas.

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