Conducir en Francia

Cada vez más, los franceses parecen competir con algunos de sus vecinos cuya conducción a menudo se considera imprudente. Sin embargo, para circular por las carreteras de Francia pacíficamente, basta con conocer ciertas reglas y familiarizarse con los hábitos de los franceses en cuanto al respeto de las leyes de tráfico.
Las leyes de tráfico
Antes de abordar este punto de manera más precisa, es importante recordar la dirección del tráfico en las carreteras francesas: se conduce por la derecha. Esto debe tenerse en cuenta en cada intersección encontrada. Alquilar un vehículo con volante a la izquierda puede, si es necesario, ser una solución. Las leyes de tráfico son obligatorias para obtener el permiso de conducir. Es objeto de un examen teórico que debe aprobarse con un máximo de cinco errores de cuarenta preguntas. Las leyes de tráfico rigen todo el tráfico público. Establecen las reglas en uso para conducir, por supuesto, pero también las relacionadas con el comportamiento del conductor. Además, informan a todos sobre los conceptos básicos mecánicos y las sanciones incurridas en caso de incumplimiento de las normas de tráfico.
Hábitos de conducción en Francia
Las reglas a menudo están hechas para romperse, por lo que no se puede esperar observar una adhesión estricta a las leyes de tráfico en las carreteras francesas. Los franceses son impacientes; a veces expresan esto tocando la bocina, adelantando cuando las señales no lo permiten o enojándose rápidamente. Por lo tanto, es esencial mantener la calma en todas las circunstancias. A veces se olvidan los límites de velocidad, al igual que las paradas en los semáforos en rojo o las prioridades, que a menudo se ignoran. Uno podría preguntarse: ¿son opcionales los intermitentes y las luces? La cortesía parece tener poco lugar detrás del volante. Finalmente, no sorprenderá el uso de teléfonos móviles mientras se conduce, ya que se ha vuelto tan común. Pero una vez que se integre toda esta información, ¡será perfectamente fácil conducir!
Clima y conducción
En Francia, como en cualquier otro lugar, las condiciones climáticas afectan las normas de conducción. Por lo tanto, la velocidad debe reducirse en caso de lluvia (110 km/h en autopistas en lugar de 130, por ejemplo) o niebla (50 km/h independientemente del tipo de carretera). En condiciones de nieve o hielo, a veces se recomienda equiparse con neumáticos específicos. El uso de luces debe adaptarse a la situación. Cuando llueve, por ejemplo, la intensidad de las luces debe reducirse para evitar deslumbrar a otros usuarios. En caso de fuertes vientos, como la adherencia a la carretera puede verse afectada, es necesaria la deceleración. Nada inusual, pero son algunos ajustes imperativos que deben combinarse con una mejor anticipación de los riesgos.