Consejos para disfrutar en la región de Bastogne

En lo más profundo de Bélgica, en el corazón mismo del bosque de las Ardenas, se encuentra Bastoña, rodeada por una naturaleza que aún conserva su estado salvaje y donde la historia perdura en los bosques donde tuvieron lugar algunas de las batallas más duras de la Segunda Guerra Mundial.
¿Por dónde empezar?
Considerar una estancia en Bastoña significa, ante todo, enfrentarse a una elección: ¿cómo abordar la ciudad? De hecho, es difícil explorar todas las facetas de la ciudad y sus alrededores en una estancia corta. Es mejor centrar toda tu atención en un aspecto de la ciudad para explorarlo lo más a fondo posible.
El lado histórico
Para cualquiera con aunque sea un conocimiento básico de historia, el nombre de Bastoña debería sonar familiar. Bastoña fue el centro neurálgico de la Batalla de las Ardenas, una región que fue escenario de violentas batallas durante la Segunda Guerra Mundial. La ciudad misma estuvo sitiada durante meses, y los numerosos museos existentes atestiguan el coraje de sus defensores que se negaron a rendirse.
La naturaleza salvaje
Situada en lo más profundo de Bélgica, la ciudad está rodeada por lo que seguramente es uno de los últimos bastiones de naturaleza salvaje en Bélgica: el bosque de las Ardenas. La mayoría de los escolares belgas han experimentado el «viaje de estudios» a «las Fens» donde caminan sobre «pasarelas» de madera sobre innumerables pantanos. Una experiencia maravillosa y única para todos.
Una ruta ciclista excepcional
La «Doyenne», Lieja-Bastoña-Lieja, es la competición ciclista más antigua del mundo.
Creada en 1892, esta prestigiosa carrera con su recorrido a través del macizo de las Ardenas es temida por todos, incluidos los mejores. En Bastoña, es posible alquilar coches para seguir la ruta tomada cada año por cientos de ciclistas.
El folclore local
La tradicional «Feria de las Nueces» se remonta a la «feria de los criados» de la Edad Media, durante la cual los criados compraban nueces para repartir entre las jóvenes. Siglos más tarde, la respuesta del General estadounidense McAuliffe «Nuts» a los alemanes que exigían su rendición coincidió con este mismo período de la feria de las nueces. Desde entonces, el folclore y la historia se han mezclado, y hoy en día los desfiles recorren las calles lanzando nueces a la multitud.