Visita Bélgica con total tranquilidad

Bélgica, ubicada en el corazón de Europa Occidental, limitando con Francia, los Países Bajos y Alemania, da una cálida bienvenida a todos los que deseen descubrirla. A continuación, se presentan algunos consejos de viaje útiles para ayudarte a prepararte para tu visita.
Trámites administrativos e idiomas hablados
Los ciudadanos europeos deben tener un documento de identidad válido (tarjeta de identidad o pasaporte) para entrar en territorio belga. Para otros países, a menos que se acuerde lo contrario, se debe solicitar un visado en la embajada belga o en uno de sus consulados ubicados en el país de residencia del solicitante. Bélgica tiene tres idiomas oficiales: francés, neerlandés y alemán. El francés se habla en el sur del país, Valonia, el neerlandés en el norte, Flandes, y el alemán en el extremo este. La capital, Bruselas, se comparte entre los hablantes de francés, que son la mayoría, y los hablantes de neerlandés, que son la minoría. A su llegada al aeropuerto, no tendrás problemas para que te entiendan en inglés, ya sea en la oficina de cambio de divisas o en la agencia de alquiler de coches.
Clima de Bélgica
Aunque Bélgica es pequeña en tamaño (30,500 km²), puede haber una diferencia notable en el clima entre las regiones, especialmente en invierno. Las Ardenas pueden considerarse que tienen un clima principalmente semi-continental, mientras que el resto del territorio disfruta de un clima más oceánico. Aunque la costa belga rara vez ve una capa de nieve de 10 cm, es bastante excepcional que las Ardenas pasen un año sin ver un copo. Los inviernos pueden ser duros, con temperaturas que ocasionalmente descienden por debajo de los -10 °C, mientras que los veranos pueden ser abrasadores, con el mercurio superando los 30 °C. En general, las temperaturas medias oscilan entre 20 y 25 °C durante la temporada cálida y entre 0 y 6 °C en invierno.
Últimos consejos de viaje para evitar sorpresas desagradables…
La moneda de Bélgica es el euro desde 2002, año en que reemplazó al franco belga. Si bien los límites de velocidad son similares a los de Francia, recuerda que la velocidad máxima permitida en las autopistas es de 120 km/h. Así que no presiones demasiado el pedal en tu coche de alquiler, ¡o podrías recibir una pequeña multa, lo cual nunca es agradable! Nuestro último consejo de viaje es este: no dudes en confiar en las personas que ofrecen su ayuda si estás buscando direcciones. Los belgas no son del tipo que te enviarán en la dirección opuesta, y no te sorprendas si te ofrecen acompañarte a tu destino si no está demasiado lejos, por supuesto.